domingo, julio 17, 2011

Carta de Alianza
Julio 2011

Queridos hermanos en la Alianza:

Hace unos días por la mañana temprano, un conocido periodista exclamó con voz muy potente imitando a los locutores de turismo carretera: “¡largaron las elecciones!”. El año 2011 es el año dedicado al P. Kentenich pero también es año de elecciones. Ya fueron elegidos gobernadores y legisladores en Catamarca, Chubut, Salta, Misiones, Tierra del Fuego y recientemente fue la 1ª vuelta electoral en Capital Federal. Y como en una carrera, se han “caldeado” los motores y los ánimos, a tal punto que un conocido artista expresó su bronca por la derrota de su partido diciendo que le “da asco la mitad de Buenos Aires” que no había coincidido con él. ¡Cuidado! Una cosa es la pasión política y otra muy diferente es la intolerancia y el insulto al que tiene otra opción política, que está dentro de los parámetros democráticos y republicanos. Disenso sí, violencia no.

Me parece importante recordar lo que nos decían nuestros obispos en el documento “El compromiso ciudadano y la próximas elecciones”, en el año 2007 (CCPN). “En estas circunstancias históricas, la fe nos exige crecer aún más en nuestro compromiso ciudadano. Somos conscientes de los pasos dados para superar la crisis en la que habíamos caído. Sin embargo, no podemos dejar de atender a la profundidad de la misma. Ésta, si bien tuvo consecuencias económicas y sociales muy graves, viene de vieja data, y tiene sus profundas raíces en el individualismo y en el relativismo que distorsionan la concepción de la vida humana y de la convivencia”. Nos recuerdan también que debemos dejar de ser habitantes para convertirnos en ciudadanos, que no podemos decir que queremos ser ciudadanos del Cielo si vivimos como fugitivos aquí en la tierra, y que deberíamos dejar de ser espectadores de una democracia formal para ser protagonistas activos de una democracia participativa.

Ser ciudadanos significa participar y promover la participación de todos nuestros hermanos y no cejar en el empeño de que todos tengan igualdad de oportunidades para que la exclusión social no condene a la muerte civil a más argentinos, reflexionaba un grupo de comprometidos hermanos del Movimiento de Schoenstatt.

Ser ciudadanos no es sólo votar cada dos años, es elegir todos los días con nuestro compromiso y participación, opinando y haciendo oír nuestra voz. No es solamente concurrir a los comicios, es trabajar todos los días por el modelo de país que queremos para nosotros y para nuestras familias. Decía el P. Kentenich en una Jornada pedagógica "Si nosotros como Movimiento Apostólico no intervenimos allí donde nos es posible, de una manera enérgica y vigorosa en el engranaje que mueve la historia, entonces habremos soñado un hermoso sueño sobre la renovación del mundo...".

Las elecciones son el modo que tenemos los ciudadanos para expresar nuestra voluntad soberana y elegir así a nuestros gobernantes. Somos nosotros los que, haciendo uso de nuestra libertad y responsabilidad cívica, elegimos a los que creemos más idóneos para conducir la Patria. En el documento citado nuestros obispos nos recordaban cuatro temas centrales a los cuales tenemos que prestar especial atención a la hora de analizar candidatos, sus propuestas y sus plataformas partidarias:

1. La vida es un don de Dios y el primero de los derechos humanos que debemos respetar y hacer respetar. Corresponde que la preservemos desde el momento de la concepción y cuidemos su existencia y dignidad hasta su fin natural.

2. La familia, fundada en el matrimonio entre varón y mujer, es la célula básica de la sociedad y la primera responsable de la educación de los hijos. Debemos fortalecer sus derechos y promover la educación de los jóvenes en el verdadero sentido del amor y la familia.

3. El bien común, es el bien de todos los hombres y de todo el hombre. Debemos ponerlo por sobre los bienes particulares y sectoriales. Dicho bien común se afianza cuando la autoridad sanciona leyes justas y vela por su acatamiento.

4. La inclusión social, debemos priorizar medidas que garanticen y aceleren la inclusión de todos los ciudadanos. La pobreza y la inequidad, no obstante el crecimiento macroeconómico y los esfuerzos realizados, siguen siendo una injusticia nacional. (CCPN, nº 7)

Participemos y votemos cuando nos toque en nuestra provincia, ciudad autónoma y en las primarias del 14 de agosto. Es nuestro derecho y nuestro deber de ciudadanos. Con nuestro voto pensado y rezado estaremos ayudando a construir la cultura de la Vida y una Patria con rostro de familia.

“Hagámonos cargo de la realidad que nos corresponde sin miedo al dolor o a la impotencia, porque allí está el Resucitado. No tenemos derecho a la indiferencia y al desinterés o al mirar hacia otro lado. No podemos “pasar de largo” como lo hicieron los de la parábola (del buen samaritano). Tenemos responsabilidad por el herido que es la Nación y su pueblo”. (Card. J. Bergoglio, La nación por construir, pag.77)

Desde el Santuario de nuestra Madre y Reina de Schoenstatt les deseo un feliz y bendecido día de Alianza.

P. Javier Arteaga

HEREDEROS DEL PADRE, PROFETAS DE LA VIDA
Consagración al Círculo de Adoración
Muy queridas hermanas de federacion:

Despues de unos meses de preparacion, ofreciendo con mucha Entrega Filial las hs de Adoracion .misas y Capital de Gracias por la conquista espiritual de la Custodia llego el gran dia el sabado 2 de julio antes de la bendicion final de la Santa Misa 24 hermanas de federacion de los cursos 1º, 2º y 3º con 3ª Consagracion dimos nuestro SI como miembros del Circulo de Adoracion,fue en la casa de retiro "Marianela" en la ciudad de Atyra,un lugar hermoso, una verdadera obra de arte de la Congregacion de los Padres Redentoristas, para nosotras tuvo un significado muy especial, aunque no era Tuparendá, sentimos muy fuerte la presencia de Dios, de la Mater, del P.Fundador y acompañadas espiritualmente de cada una de nuestras hermanas de federacion, en el día consagrado al Corazón de María. El Padre Javier hizo una introduccion destacando que como madresde federacion tomamos la decision que ademas del apostolado del ser nos comprometiamos de un modo especial al apostolado de la ORACION. Iniciamos el rito reunidas en torno al altar de la Iglesia que tiene forma circular donde como coordinadora inicié con una lectura con las palabras del P.F., en un clima de mucho recogimiento y alegria y al final rezamos todas la oracion de Consagracion. Preparamos como ofrenda en la misa,un capitalario y la Custodia,ademas un folleto que con mucho Amor lo hizo Yoli como guia para las hs de Adoracion, tambien una estampa recordatoria con una oracion del Hacia el Padre.Queremos ser Custodias Vivas, pequeñas MARIAS con un Corazon Orante y recibimos la la aceptacion del P.Javier con gratitud como un regalo muy especial y por tantos recibidos los pasados años y como suplica para que nuestra federacion crezca para bendicion de Schoenstatt, la Iglesia y el mundo, especialmente conquistando la Adoración y llevando a muchas personas al encuentro con Jesus Eucaristia.

Espero que podamos seguir perseverando en este hermoso Apostolado y que pronto otras hermanas se vayan incorporando a nuestro Círculo de Adoración y puedan hacer su Consagración en el Retiro del próximo año.

¡Quedamos en eso, permanecemos fieles! P.J.K.!

Fanny Daniel
2º Curso Paraguay

jueves, julio 14, 2011

¿Águilas o gallinas?

P.Nicolás Schwizer
N° 111 – 15 de julio de 2011

El Padre Kentenich, fundador del movimiento de Schoenstatt, distingue tres tipos de personas que se suelen encontrar en una comunidad eclesial.

1. Por una parte, aquellos que tiran fuertemente hacia abajo. También los llama los “seductores”. Son los que ceden demasiado a su naturaleza, que buscan una vida cómoda y tranquila, que tienen una mentalidad naturalista, que tal vez sean buenos, pero que no hacen ningún esfuerzo grande.

Que han olvidado las palabras del Señor: “...El reino de Dios se alcanza a la fuerza y solamente los esforzados entran en él” (Mt 11, 12). Son como las gallinas, que miran siempre hacia abajo, que ven solamente o sobre todo su pequeño mundo.

2. Por otra parte, están aquellos que empujan hacia adelante y hacia arriba. El Padre Kentenich los llama los conductores, los jefes. Son los que extienden las manos hacia las estrellas. Son las águilas en el reino de Dios, los que aspiran a las alturas.

3. Y finalmente, el tercer grupo de aquellos que está en medio de los otros dos. Son los indecisos, los dependientes, los que se inclinan hacia las águilas o hacia las gallinas, según quien domine e influya más en la comunidad. Son como ovejas que se dejan arrastrar por los pastores que más les convienen o les convencen, sea hacia arriba o sea hacia abajo.

Ahora, ¿cuáles son las características de liderazgo que deben tener los miembros de una comunidad eclesial? Evidentemente no todos pueden asumir un puesto o una tarea de dirigentes en cualquier lugar. Pero “cada cual debe poder ser conductor, un líder en su estado de vida y en su ámbito”.

Eso significa, en otras palabras, “la capacidad de influir en su propio ambiente”. Debe ser fermento en su medio, saber arrastrar a los demás, imprimir su sello personal. Preguntémonos si hemos logrado transformar en algo el medio ambiente familiar, profesional y vecinal en que nos movemos.

Otra cualidad del dirigente es la “firmeza de carácter y de principios”. Si mañana o pasado mañana tenemos a derecha o a izquierda a alguno de quien tenemos que avergonzarnos, la comunidad termina perdiendo también su propia autoestimación. El dirigente debe ser, entonces, un hombre sólidamente arraigado en los últimos principios y verdades, en el mundo sobrenatural. Para ello tiene que estudiar, conocer la doctrina de la Iglesia y de su comunidad.

Además, la personalidad del dirigente ha de destacarse por su “capacidad de comprometerse, de aceptar y cumplir compromisos”. A la mayoría no les cuesta tanto, aceptar compromisos. Lo que sí les cuesta realmente, es cumplir los compromisos asumidos.

Esta falta de responsabilidad la encontramos muy a menudo entre nosotros. Me recuerda siempre la parábola de los dos hijos (Mt 21,28 ss): “Un hombre que tiene dos hijos llama al primero y le dice: Anda a trabajar en mi viña. Y él responde: No quiero. Pero después se arrepiente y va. Después el padre llama al otro y le manda lo mismo. Éste responde: Voy, señor; pero no va”. En el primer hijo se ven reflejados tal vez algunos pocos melancólicos. Pero más han de reconocerse en el segundo hijo.

Por eso, esta cualidad significa muchas veces: saber rechazar compromisos que uno no se siente capaz de cumplir bien. No sabemos decir no, cuando no queremos o no podemos hacer algo. El corazón nos lo impide. O la persuasión del otro es tan convincente. Y entonces decimos que sí, pero tal vez ya con la intención de no cumplirlo. Es una falta de responsabilidad, una falta de compromiso serio. Nuestras palabras deben expresar siempre nuestra convicción interior. Si no, ¡es mejor que nos callemos! Porque un día se nos va a pedir cuenta, también de nuestras palabras.

Preguntas para la reflexión

1. ¿A cuál de los tres tipos pertenecemos?
2. ¿Influyo en mi ambiente de trabajo?
3. ¿Cumplo los compromisos asumidos?

Si desea suscribirse, comentar el texto o dar su testimonio, escriba a: pn.reflexiones@gmail.com

viernes, julio 01, 2011

Fechas importantes Julio 2011

01. Sagrado Corazón de Jesús
02. Inmaculado Corazón de María
08. Ordenación sacerdotal Padre Kentenich
09. Independencia Argentina
10. Primera Misa Padre Fundador
16. Nuestra Sra. del Carmen
16. Tercera Consagración curso 14
18. Día de Alianza
25. Santiago Apóstol
26. Santa Ana y San Joaquín. Día de los abuelos
31. San Ignacio de Loyola